Slayer: los thrashers retrógradas

 

Por experiencias previas ha quedado claro que Slayer no es una banda que pueda tomarse en serio ni siquiera en su sector de interés, su calidad ha venido decreciendo, muestra de ello fue el bajón que dieron en el concierto de hace 3 años en el Foro Sol donde fungieron como teloneros de Maiden y donde incluso la banda que les abrió mostró más credenciales.

La agrupación y su staff, quienes se encontraban en estado etílico desde la madrugada previa en el famoso hotel que está frente al Auditorio Nacional, presentaron un sonido acartonado, distorsiones de ‘mosquito’ y una actitud que reflejaba que no solo no disfrutaban lo que hacían, sino que estaban hasta la madre de tocar lo mismo todo el tiempo.

¿Qué te queda cuando a nivel artístico ya no tienes mucho que exponer? Evidentemente crear polémica, lo hemos  visto con personajes como Mia, quien quiso sacar ganancia del tema de los refugiados de Siria o Mel Gibson con sus comentarios xenófobos.

Ahora Tom Araya, de Slayer, está en el ojo del huracán tras emitir comentarios homófobos y un pronunciamiento a favor de Trump por medio de una foto con texto. El bajista y vocalista latino, concretamente chileno, hizo comentarios que le valieron la aparición de una nota de Stereogum titulada ‘Fuck Slayer’ y miles de reacciones negativas. En sus comentarios hace mención de la palabra ‘copo de nieve’, para referirse a lo políticamente incorrecto. Posteriormente mencionó que ‘Mike Pence (el vicepresidente) está convirtiendo frutas en vegetales’, refiriendo a la política de Pence, de crear campos que ‘curen’ a las personas de la homosexualidad.

“Créanlo o no, esta foto fue posteada por mí, Tom Araya, el 20/01 porque la encontré diveritda… Me impresionaron los comentarios, algunos positivos y otros negativos, pero lo más impresionante fue que consiguió 10.000 likes en solo 2 horas… Sin embargo, jamás me habría imaginado que existían tantos ‘copos de nieve’ comentando su desdén por su nuevo presidente. Lo quieran o no, él es el presidente”.

Legitimar un post por su cantidad de likes es la peor tontería que uno podría cometer, cuando se cree que por más likes se tiene mayor certitud, no hay más que echar un vistazo a la cantidad de fans de culto que bien pueden recibir un álbum hecho con los pies y jamás emitirán un juicio crítico.

Uno puede tener la posición política que desee, pero cuando te dedicas a cierta actividad, por mero sentido común, lo mejor es quedarse callado. Después de que Araya se bajara los pantalones ante el Presidente Trump, solo queda esperar que no le salga el tiro por la culata y termine siendo increpado por su aspecto latino. La lección que nos deja esta desavenencia es algo que está 100% comprobado por la historia: cuando un artista abre la boca para hablar de política, necesitará imperativamente limpiársela con rollo de papel de baño. 

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